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ASUMIR LOS ERRORES:

¿Debilidad o fortaleza?

Computer key - Error

“Es cierto que todos cometemos muchos errores.” Santiago 3:2


“Ya nadie se cree las personalidades caricaturescas”, ¿Quién le cree a alguien que te quiere mostrar una sola cara? ¿Quién tiene la vida perfecta? Ismael Cala.


Totalmente de acuerdo con esto. En estos tiempo donde a través de las redes sociales podemos compartir gran parte de nuestra vida, logros, metas conseguidas y el desarrollo del potencial que Dios mismo nos entregó, no podemos dejar de lado el reconocer que somos humanos y que todos, absolutamente todos cometemos errores.


¡La diferencia radica en aquellos que los reconocen y los que no!


Como lo dijo Alexander Pope, poeta inglés:

“Errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios”, pero la realidad es que vivimos en una época donde existe “gente infalible”, por lo tanto nos los admiten ni asumen las consecuencias del peso de aquellas equivocaciones.


Hay una diferencia enorme en presentar disculpas por algo determinado y en admitir abiertamente, con valentía y honestidad que se cometió un error.


“¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no soy consciente!” Salmos 19:12


Pero, ¿Por qué razón algunas personas no admiten sus errores?


A continuación algunos conceptos importantes, de personas que tomaron el reto de responder:


“Pensaría que existen varias razones para no admitirlo, una de ellas es el temor, otra por justificación, también por querer victimizarse y así evitar ser confrontado”.

Adelfa Torres – Bogotá-Colombia


“Algunas personas no admiten sus errores porque piensan que se debilitarían ante los demás y les llamarían tontos, además porque creen que siempre debe ser como ellos digan y también porque no tienen conocimiento de la palabra.”

Winelly Espinal Ureña – Pedernales/República Dominicana


“Por negacionistas y soberbia”.

Pastora Nancy Pasuello. Argentina.


“Por terquedad o por miedo”

Luz Stella Morales. – Bogotá, Colombia.


“Porque no les gusta reconocer que han fallado, por orgullo.”

Pastora Diana Álvarez de Méndez. – Venezuela


“Por querer vivir de apariencia y resulta que ella cada día le exigirá más y más”

Norelia Agrizone - Venezuela


“Creo que es porque admitirlos implica cambio en su vida y es más cómodo seguir en el mismo lugar. Por ingobernabilidad”

Silvia Cuevas Berrios - Chihuahua, MX


“Por orgullo, egoísmo, por querer tener la razón, por ignorancia, por no perder y lo peor he conocido a personas que dicen que nunca se equivocan”

Nancy Fernández – Estados Unidos


“Por el ego, que enceguece”

Mariana Rueda – Bogotá


“Por orgullo y temor. Por no deteriorar la imagen creada”

Magnolia Stella Quiñones. – Neiva- Huila


“Se creen autosuficientes, los dueños de la razón”.

Escalona Georgina.- Venezuela


«Lo primordial es el orgullo»

Eduardo Plata. Llanos Orientales – Colombia.


«Por temor a lo desconocido, por miedo a la luz para que sus obras y arrepentimiento sean públicas. También por orgullo, falta de identidad e inseguridad»

Jai Romero -Venezuela.


«Algunas veces no se acepta el error o la corrección por soberbia, inmadurez, orgullo o sencillamente por no sentirse un perdedor»

Everlides Muñoz – Bogotá- Colombia


«Porque lo que más nos cuesta es mirarnos a nosotros mismos y así reconocer en lo que estamos fallando».

Zulma González. Bogotá – Colombia.


«Por temor, miedo, ignorancia, orgullo»

Bertha Renteria – Ojinaga, MX


«Es muy difícil reconocer nuestra debilidad y eso se llama orgullo».

Pastora Patricia Madrigal. – Fusagasugá – Cundinamarca


«Por frustraciones que vienen desde la niñez. Porque no se crece con los buenos principios de perdonar y pedir perdón. Porque se tiene heridas que no han sido sanas y reconocer los errores es confrontar esas heridas»

Pastora Yulieth Agudelo – Bogotá – Colombia.


«Es tan difícil aceptarlos, para no volver a cometerlos. Es una búsqueda constante»

Milena Díaz Tovar – Neiva- Huila.


«Pienso que todos en algún momento no aceptamos el error y también tiene mucho que ver con la persona frente a la cual lo cometemos.»

María Cristina Hoyos Cardona.- Tuluá – Valle.


Que difícil resulta hacerle ver a otro su error. Es algo que produce en determinado momento desesperación, al punto que se llega a la conclusión que no vale la pena desgastar el ánimo y la salud, con personas que no están en la capacidad de entender por su forma de ser tan rígida y la falta de habilidades sociales.


Erróneamente se tiene una idea clásica de que asumir un error es muestra de debilidad y eso no es para nada llamativo.

¿Qué decir ahora, de las personas que no admiten sus errores y que hacen parte de nuestro entorno?


Antes de ir con la respuesta, miremos algunas formas en las cuales se suelen afrontar los errores:

  • Están los que simplemente admiten que se equivocaron, reconocen la responsabilidad de sus actos y toman medidas para no volver a repetirlos.
  • Otros hacen alusión a una posible equivocación, pero sin reconocer el error abiertamente, buscando un culpable.
  • Y están los que rotundamente se niegan a reconocer sus fallas y errores, distorsionan la versión real de los hechos para acomodarla a su visión personal, responsabilizando a los demás.


En este tercer grupo están los que hacen parte de nuestro entorno. ¿Por qué reaccionan así?

Podríamos llamarlo: Ego, arrogancia, orgullo.

Son personas que creen que los errores representan humillación y desaprobación social. Para ellas, aceptar que se equivocan es un golpe a su estima, y esto hace que distorsionen la realidad y las acomodan a sus ideas.


De igual manera como lo mencioné anteriormente, son personas muy rígidas que no retroceden en sus ideas y no reconocen su error ante hechos irrefutables. Dicha rigidez psicológica no es una fortaleza como ellos quieren hacerlo ver, sencillamente es muestra de total debilidad y protección de su ego.


Dicho de otro de modo: “Quien no reconoce sus errores, es una persona psicológicamente débil e inmadura”.


De acuerdo a todo lo que hemos analizado:

Las personas que tienen dificultad para admitir sus errores carecen de humildad y su elevado ego, los lleva a hacer uso de múltiples estrategias humanas para evadir de una forma descarada su responsabilidad, algo que nada tiene que ver, con el diseño de vida que Dios estableció en Su Palabra.


Recuerda, la primera vez es un error, la segunda que haces lo mismo, es una decisión. Hay una enorme diferencia.

“Cuando alguien se equivoca, se corrige; cuando pierde el camino, vuelve a buscarlo.” Jeremías 8:4